La primera gran diferencia entre los bancos y mutuarias es su constitución; debido a que las mutuarias son empresas que están asociadas a compañías de seguros.
Si bien, normalmente las tasas pueden ser más económicas en los bancos, el gasto de seguros suele ser menor en las mutuarias, a diferencia de los bancos que realizan corretajes (comisión) con las compañías de seguros asociados, lo que podría aumentar los costos finales del crédito.
Tanto los bancos como las mutuarias cuentan con años de solidez en el mercado, lo que las convierte en instituciones financieras confiables. Si bien las mutuarias son más pequeñas que algunos bancos tradicionales, estas cuentan con el respaldo de importantes grupos económicos.
En el mercado los bancos tienen la ventaja de que cuentan con la confianza del público y hay un mayor respaldo de la inversión.
Una de las ventajas de los bancos, es que, al tomar un crédito hipotecario con ellos, podrían disminuir las comisiones de otros productos como cuentas corrientes y tarjetas de créditos.
Ambas instituciones suelen tener similares plazos para la evaluación de los créditos, los cuales fluctúan entre los 15 y 20 días aproximadamente dependiendo de cuánto se demore el cliente en entregar los documentos y gestión del ejecutivo.
Mientras que las mutuales solo funcionan a través de la otorgación de tasas fijas, los bancos cuentan con más alternativas de ofertas de financiamiento como tasas mixtas, variables adicionales a la tasa fija.
En el caso de los bancos, el monto de financiamiento varía entre el 80% y 85% pudiendo llegar al 90% con un buen perfil crediticio, mientras que las mutuarias fluctúan entre un 75% y 80%.
Una de las ventajas de las mutuarias es que la deuda no es informada en el sistema financiero, pero si se consulta la deuda a la Comisión de Mercados Financieros (CMF) del cliente al momento de la evaluación de su crédito.
En el caso de los bancos, los meses de gracia pueden llegar hasta los 6 meses, mientras que en las mutuarias solo se puede optar a 3 meses.
Lo más importante en esta decisión, dado que todos somos distintos, es estudiar las condiciones individuales de cada uno, entregar siempre toda la información disponible y lo más importante es siempre cotizar en al menos tres instituciones y comparar.